martes, septiembre 01, 2015

Los 6 mitos sobre los padres y madres del mismo sexo

Si pensamos en cómo se veía a la comunidad LGBT hace 10 años, con respecto a como estamos ahora, hemos avanzado muchísimo. El matrimonio igualitario avanza a pasos agigantados en México y en el mundo. 

Sin embargo, hay una idea de la que se siguen colgando los sectores más conservadores para rechazar las iniciativas que den derechos a la comunidad LGBT: "¿Y los niños? Piensa en cómo le afectará a los niños. ¿Cómo se les explica algo así?".

Si llevamos esta discusión al siguiente nivel y comenzamos a hablar de adopción de parejas del mismo sexo, nos encontramos con una fuerte creencia de que las personas homosexuales no son aptas para ser padres y esta idea está sustentada en la existencia de 6 mitos llenos de prejuicios sociales y religiosos.

Para desmentir estos mitos, sólo basta responder con hechos sustentados por estudios científicos realizados en los últimos 50 años:




La homosexualidad fue retirada del Manual Diagnóstico y Estadístico de Enfermedades Mentales (DMS) después de tres décadas de investigaciones científicas que demostraron que la homosexualidad, lesbianismo y bisexualismo no tiene como característica pérdida del juicio de realidad, alteración del pensamiento o de las habilidades sociales o vocacionales (APA, 1974) (algunas investigaciones: Gonsiorek, 1991; Hart, Roback, Tittler, Weitz, Waltson & McKee, 1978; Reiss, 1980). La homosexualidad no implica un trastorno psicológico en sí misma, pero la discriminación social puede tener como consecuencia depresión, ansiedad y baja autoestima.

En 1971, Thompson comparó a 127 hombres y 84 mujeres de orientación homosexual con 123 hombres y 94 mujeres de orientación heterosexual. Las características psicológicas no mostraron diferencias entre ambos grupos.




Los padres homosexuales son más atentos a las necesidades de sus hijos y utilizan más el reforzamiento que el castigo, mientras que los padres heterosexuales utilizaban más el castigo físico (Bigner, 1989). Otros estudios han arrojado que madres lesbianas son igual de competentes que madres heterosexuales (Boss, 2004).

Las madres lesbianas muestran la misma capacidad de madres heterosexuales de lograr apegos seguros. Padres homosexuales muestran la misma capacidad de ejercer autoridad y entregar amor a sus hijos que padres heterosexuales (Jhonson & O’ Connor, 2002; Mc Pherson, 1993; Bost et al, 2004, Kwesking & Cook, 1992; Lyons, 1983; Miller, Jacobsen Y Bigner, 1981; Murclow, 1979; Pagelow, 1980; Parks, 1998; Patterson, 2001; Rand, Graham & Rawlings, 1982; Segenthaler & Bigner, 2000; Thompson, Mc Candless & Stickland, 1971).

Estudios que comparan a hijos de madres lesbianas con hijos de madres heterosexuales muestran que no hay diferencias en orientación sexual, género y rol de género (Golombock, 1983).

Uno de los más grandes estudios de hijos de madres lesbianas, entrevistó a un grupo de niños a los 9 años y luego a los 24. Más del 90% eran heterosexuales (Golombock, 1996. Baely, 1995).

La gran mayoría de estudios en los diversos continentes arrojaron que los hijos de padres del mismo sexo no desarrollaban problemas con su identidad de género, desarrollando el rol de género esperado en cuanto a elección de juguetes y juegos, comportamiento, actividades e intereses vocacionales. (Green, 1978; Mandel, Hotvedt, Gray & Smith, 1986; Smith & Roy, 1981).

Un estudio incluso sugiere que las hijas de madres lesbianas son más femeninas que las hijas de madres heterosexuales —¡Cómo nos encanta llevarle la contraria a nuestras madres!—(Reso, 1979).



Una investigación arrojó como resultado que los niños criados en familias con padres con poco estrés, pocos conflictos entre ellos y más amor conyugal, desarrollaban un perfil psicológico y social más sano, independiente de la orientación sexual de dichos padres (Chan, 1998).

Un estudio realizado con 55 familias de lesbianas y 25 familias de heterosexuales que habían concebido a través de donación de esperma, mostró que el desarrollo de los hijos era sano en ambos grupos, sin que la variable orientación sexual o número de padres tuviera una relación estadísticamente significativa, siendo así que el mito de que los niños deben tener un padre y una madre para crecer psicológicamente sanos, no tiene evidencia empírica.

Un estudio señala que los hijos de padres del mismo sexo tienden a ser más preocupados por los niños que consideran más indefensos o más pequeños que ellos, desarrollando mayor empatía que hijos de padres heterosexuales (Tasker & Golombock, 1997).

Uno de los estudios más grandes fue realizado con 14.000 madres heterosexuales, lesbianas y madres solteras, a través de cuestionarios y entrevistas aplicadas a las madres, sus hijos y sus profesores (Golombock, 2003). Se concluyó que los hijos de madres lesbianas y madres solteras heterosexuales, son tan bien desarrollados y bien adaptados como los hijos de madres heterosexuales.





Esto fue revelado en el estudio de Finkelhor & Russell en 1984. No hay sustento para creer que homosexuales y lesbianas tienden mayormente a la pedofilia.



Si bien los hijos de padres del mismo sexo pueden ser víctimas de bulliyng en la escuela por parte de personas homofóbicas, tienen las mismas probabilidades de sufrir bullying que los hijos de padres heterosexuales (Tasker & Golombock, 1997). 

A través de diferentes estudios se estableció que si se entrenaba a los hijos de padres del mismo sexo en asertividad o recibían apoyo por parte de otras familias conformadas por padres homosexuales o lesbianas, superaban esta discriminación sin que esto les provocara un problema psicológico o social.

Me parece que está muy claro que los problemas que los padres y madres del mismo sexo pueden enfrentar tienen mucho más que ver con la discriminación que con cualquier otra cosa.

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