¡Qué tal mis queridas criaturas lenchísticas! Sabemos que se están aburriendo mortalmente cada vez que entran a este blog y como siempre no hay nada nuevo. Yo sólo tengo que decir una cosa a mi favor: ¡Es culpa de la Lencha!
Jajajaja, estamos preparando algo nuevo para ustedes, pero mientras tanto quería ofrecerles una botanita de post para que se entretengan y de paso nos dejen sus comentarios. En serio, no saben cómo les extraño (¡cursi!).
Pues bueno, antes de que esta Chumina estuviera felizmente comprometida, tuvo que besar a algunas ranas como cualquier otra lencha que va por el camino de la vida en busca de su felicidad.
A la primera rana que besé (sapos sí había besado antes, pero ranas no), fue a mi ex. Como no queremos hacer de Memoirs algo como Mujer, casos de la vida real, sólo les voy a comentar que fue una relación fugaz que me partió el corazón y que la recuperación llevó más tiempo que la relación.
Como a los 3 meses de tan nefasto suceso, yo andaba muy campante por la vida, tratando de hacer amiguis (saludos a Nina) y curar mi herida. Una vez quedé de salir con una enfermera a la que llamaremos Wendy, que incluso me llamaba por teléfono. A la hora de la hora chemehichoachí y le dije que no iba a poder llegar, aunque ya estaba yo en el lugar.
Podrán decir Qué culey Chumina y lo que quieran, pero a veces tienes presentimientos de que algo no está bien y mi experiencia me ha demostrado que hay que seguir la intuición.
Pues bueno, todo para nada porque la siguiente vez me apendejé. Platicaba con una niña que estudiaba idiomas y quedamos en vernos y conocernos, pero esta vieja -un poco más colmilluda- me dijo: No me vayas a dejar plantada, ehhh.
Total, llegué al lugar pero luego no sé por qué me arrepentí y le mandé un mensaje al celular para hacerme a la occisa. La vieja nada tonta, me llamó al celular y me dijo: Oye no seas mala onda, ya estoy llegando, ¿cómo me dejas así plantada? Y dije: Bueno pues, ¿qué más da?
Cuando la vi, tenía unos lentes oscuros, una playera del Ché y más metal en toda la boca de lo que cualquiera podría tener en el cuello. Y no, no eran frenos, era una especie de bling bling que no sé cómo se le llama, pero son como marquitos de oro en los dientes.
Después de conversar un rato, tomamos un refresco y me mostró algunos poemas que ella había escrito. Rompían casi todas las reglas de la poesía y de la métrica o más reflejaban su absoluto desconocimiento de ellas, pero claro, la vieja estaba súper orgullosa porque había metido sus poemas a un concurso de literatura.
Creo que ya quedó muy claro que la chava no me gustaba para nada, pero de cualquier manera, no importaba, yo estaba atravesando mi luto y no tenía ningún interés en enredarme con nadie.
El resto del encuentro continuó sin ninguna novedad y seguimos platicando en el MSN. La vieja me contaba que tenía una ex y que quería probar con otras viejas, pero si no encontraba a una mejor, iba a regresar con la ex y quedarse con ella para siempre. Yo platicaba de mi ex y ella platicaba de sus experiencias en vivo con otras chavas del internet.
Creo que nos vimos una vez más porque reclamó que yo nunca quería salir con ella, así que la vi otra vez. Yo seguía lamentándome por mi ex y me dijo: Jum, ya pasaron 3 meses, eso de la ex ya está muy cantado. Ese día me di cuenta de que cada vez que se prestaba la ocasión, esta chava hacía una bromilla y decía: si quieres, aquí hay un hotel cerca.
Y aunque nunca lo había tomado como una invitación seria, una vez por el MSN se me ocurrió decirle: Ah, muchas gracias pero no estoy interesada.
Mi contestación fue el acabose: la vieja se puso histérica y me dijo que yo estaba discriminándola, que yo era una fresa y que seguramente estaba buscando una princesa inglesa. Y yo como soy una princesa maya, nunca te vas a fijar en mí.
Le dije que se calmara, que no era mi intención hacerla sentir mal ni mucho menos discriminarla, que simplemente yo seguía atravesando mi luto y no me interesaba nadie. Le pedí disculpas y le dije que me interesaba su amistad y blablabla.
- ¿Qué tiene de malo que te diga que no?
- Es que no sabes, igual y se puede dar algo muy bonito entre nosotras.
- ¿Pero y si no quiero? Digo, ¡no tiene que gustarte cada vieja que conozcas! Es como si tú te acostaras con todas las que hubieras conocido.
- Pues yo me he acostado con todas las que he conocido, tú eres la primera que me dice que no.
- Bueno, ya no te voy a seguir pidiendo perdón, ¡ya supéralo!
- La única manera de que yo te perdone, sería que tú me lo pidieras de rodillas y ya sabes cómo...
¿Hará falta decir que la mandé muy a la chingada?
Jajajaja, estamos preparando algo nuevo para ustedes, pero mientras tanto quería ofrecerles una botanita de post para que se entretengan y de paso nos dejen sus comentarios. En serio, no saben cómo les extraño (¡cursi!).
Pues bueno, antes de que esta Chumina estuviera felizmente comprometida, tuvo que besar a algunas ranas como cualquier otra lencha que va por el camino de la vida en busca de su felicidad.
A la primera rana que besé (sapos sí había besado antes, pero ranas no), fue a mi ex. Como no queremos hacer de Memoirs algo como Mujer, casos de la vida real, sólo les voy a comentar que fue una relación fugaz que me partió el corazón y que la recuperación llevó más tiempo que la relación.
Como a los 3 meses de tan nefasto suceso, yo andaba muy campante por la vida, tratando de hacer amiguis (saludos a Nina) y curar mi herida. Una vez quedé de salir con una enfermera a la que llamaremos Wendy, que incluso me llamaba por teléfono. A la hora de la hora chemehichoachí y le dije que no iba a poder llegar, aunque ya estaba yo en el lugar.
Podrán decir Qué culey Chumina y lo que quieran, pero a veces tienes presentimientos de que algo no está bien y mi experiencia me ha demostrado que hay que seguir la intuición.
Pues bueno, todo para nada porque la siguiente vez me apendejé. Platicaba con una niña que estudiaba idiomas y quedamos en vernos y conocernos, pero esta vieja -un poco más colmilluda- me dijo: No me vayas a dejar plantada, ehhh.
Total, llegué al lugar pero luego no sé por qué me arrepentí y le mandé un mensaje al celular para hacerme a la occisa. La vieja nada tonta, me llamó al celular y me dijo: Oye no seas mala onda, ya estoy llegando, ¿cómo me dejas así plantada? Y dije: Bueno pues, ¿qué más da?
Cuando la vi, tenía unos lentes oscuros, una playera del Ché y más metal en toda la boca de lo que cualquiera podría tener en el cuello. Y no, no eran frenos, era una especie de bling bling que no sé cómo se le llama, pero son como marquitos de oro en los dientes.
Después de conversar un rato, tomamos un refresco y me mostró algunos poemas que ella había escrito. Rompían casi todas las reglas de la poesía y de la métrica o más reflejaban su absoluto desconocimiento de ellas, pero claro, la vieja estaba súper orgullosa porque había metido sus poemas a un concurso de literatura.
Creo que ya quedó muy claro que la chava no me gustaba para nada, pero de cualquier manera, no importaba, yo estaba atravesando mi luto y no tenía ningún interés en enredarme con nadie.
El resto del encuentro continuó sin ninguna novedad y seguimos platicando en el MSN. La vieja me contaba que tenía una ex y que quería probar con otras viejas, pero si no encontraba a una mejor, iba a regresar con la ex y quedarse con ella para siempre. Yo platicaba de mi ex y ella platicaba de sus experiencias en vivo con otras chavas del internet.
Creo que nos vimos una vez más porque reclamó que yo nunca quería salir con ella, así que la vi otra vez. Yo seguía lamentándome por mi ex y me dijo: Jum, ya pasaron 3 meses, eso de la ex ya está muy cantado. Ese día me di cuenta de que cada vez que se prestaba la ocasión, esta chava hacía una bromilla y decía: si quieres, aquí hay un hotel cerca.
Y aunque nunca lo había tomado como una invitación seria, una vez por el MSN se me ocurrió decirle: Ah, muchas gracias pero no estoy interesada.
Mi contestación fue el acabose: la vieja se puso histérica y me dijo que yo estaba discriminándola, que yo era una fresa y que seguramente estaba buscando una princesa inglesa. Y yo como soy una princesa maya, nunca te vas a fijar en mí.
Le dije que se calmara, que no era mi intención hacerla sentir mal ni mucho menos discriminarla, que simplemente yo seguía atravesando mi luto y no me interesaba nadie. Le pedí disculpas y le dije que me interesaba su amistad y blablabla.
- ¿Qué tiene de malo que te diga que no?
- Es que no sabes, igual y se puede dar algo muy bonito entre nosotras.
- ¿Pero y si no quiero? Digo, ¡no tiene que gustarte cada vieja que conozcas! Es como si tú te acostaras con todas las que hubieras conocido.
- Pues yo me he acostado con todas las que he conocido, tú eres la primera que me dice que no.
- Bueno, ya no te voy a seguir pidiendo perdón, ¡ya supéralo!
- La única manera de que yo te perdone, sería que tú me lo pidieras de rodillas y ya sabes cómo...
¿Hará falta decir que la mandé muy a la chingada?
jajaja yo también tuve mi metalera... o mi macho men?? aww duramos dos días y sigue insistiendo... dios :S
ResponderBorrarse les extraña par de locas XD
Eso se llama PEDIR PERDON CON TOOOOODO LO MEJOR DE TI!! ja ja ja ja, que se cree?? que mieeeedo!!! ja ja ja ja, super personaje, sino fuera por esas cosas que pasan y por esos personajes, que seria de nuestras vidas?? ella si que era chingona, creia que se merecia todo y le debias la VIDA!!... pida perdon al REY!
ResponderBorrarGracias a la vida por esos personajes sino que weba y gracias a la CHUMI!! que le pasa de todo a esta mujer... TIGRESAAA!! AGRRRRR!! jajaja besos!
Frulita: Gracias por extrañarnos.
ResponderBorrarDargelos: Jajajjaja, no para nada, creo que ha sido la única que se me ha insinuado tan directamente.
Roxy: Miedo y coraje, imagínate lo que es perder tu tiempo tratando de ser amiga de una loca.
No bien dije alguna vez!!!! que cada pinche vieja psycho que hay en el mundo que no sabemos que peiper! en fin!!!
ResponderBorrarEs verdad..queridos lencholectores añoro mis andanzas aquí pero he tenido un cúmulo de cosas pendientes por lo tanto....debo terminar y estaré de nuevo con ustedes además tengo muchas historias que contarles!