domingo, noviembre 25, 2007

Una mega historia de amor: reencuentro en la playa 4

Sola te estoy buscando,
sola te estoy soñando
una vez más en mí.
Sola te estoy buscando,
sola te estoy soñando,
algo murió en mí.

"Vuelve", Satin dolls

Respiré profundo y contesté el celular:

- ¿Mamá?
- Hola chiquis, ¿cómo estás?
- Bien mami, ¿y tú?
- Muy bien, muy bien. El fin de semana fuimos a una boda, el domingo fueron a comer a la casa, fueron tal y tal y luego bla, bla... por eso no había tenido chance para contestar tu mensaje.
- Ah no te preocupes mami, estuviste ocupada.
- Sí, ¿y ustedes cómo han estado? ¿Ya comieron mariscos?
- Sí, fuimos a un lugar muy agradable que tenía palapas frente al mar y la comida estaba muy rica.
- ¿Ah sí? ¿Y qué comieron?
- Camarones al coco y filete de pescado al ajillo.
- ¿Y estaba bien servido?
- Sí mami, muy bien, los camarones estaban enormes.
- ¿Entonces se la pasaron bien?
- Sí, habían gaviotas a nuestro alrededor y les tirábamos conchitas y las muy mensas pensaban que era pan y se acercaban, estábamos ríe y ríe porque seguían cayendo.
- ¿Y han ido a pasear?
- Sí, fuimos al zoológico, al parque, a la Gran Plaza, a tal y tal lugar.
- Rebien... oye, en cuanto a lo de la comida.
- ¿Sí?
- Me hubieras dicho con más anticipación, el miércoles está muy complicado.
- Ah, no te preocupes mami...
- ¿No pueden mejor mañana?
- ¡¿Mañana?!
- ¿Tienen planes?
- Pues es que habíamos planeado el miércoles porque de todos modos tenemos que regresar a Mérida, el vuelo de Ro sale el jueves temprano y pues estaba pensando que nos quedáramos en la casa para estar más cerca del aeropuerto. ¿Qué tienes que hacer el miércoles?
- Pues en la mañana voy a trabajar con tu tía, se va a la 1:30 pero a las 3:30 tengo un pendiente y luego en la noche tengo otro compromiso. Es decir, sí, podría comer con ustedes pero no podría pasar tanto tiempo con ustedes.
- Ay no hombre mami, no te preocupes, yo de todos modos ya quedé de salir con María y con Cristina a las 6.
- Ah está bien, pues así le hacemos.
- ¿Quieres que lleve algo? ¿Botana? ¿Refrescos?
- No, así está bien, no te preocupes.
- Ok...

Acto seguido mi mamá comenzó a platicarme mil y un cosas que habían pasado. Parecía como si mi mamá no me hubiera visto en un año, quería contármelo todo.

Cuando por fin colgó, ya era de noche.

- ¿Qué dijo tu mamá entonces?
- Pues quería que fuéramos mañana, pero la convencí de que fuera el miércoles, dijo que iba a pasar poco tiempo con nosotras pero le dije que no había problema.
- Jajajajajaja, menos mal.
- Sí, ahora sí, hay que buscarle un regalito a mi mamá para que tú le des.
- Sí, sí, sí.
- Y te vas a quedar a dormir en mi casa.
- Aaaaay qué nervioooos.
- No te preocupes mi amor, tú sabes que si pasa algo nos vamos a otro lado.
- Está bien mi amor.

Salimos buscando algo qué cenar y comimos unos dogos malísimos, así que nos pusimos a conversar de comida de verdad, lo que nos dio una idea para un negocio. Así que nos pasamos todo el resto de la noche de hablando de los detalles que queríamos y de las cosas que haríamos.

Al día siguiente queríamos ir a bañarnos al mar, cosa que no habíamos hecho para nada. Digo, ya era el colmo estar en la playa y no haber metido más que los pies al mar.

Pero antes de ir al mar, teníamos varios pendientes: queríamos desayunar, queríamos ir a la farmacia por algo para el dolor de garganta porque yo me sentía malita y queríamos pasar por un cíber para que Ro borrara fotos viejas de su cámara y pudiera tomar más.

Así que primero fuimos por un delicioso coctelito de camarones que nos comimos bien a gusto, acompañado de una limonada al tiempo para cuidar la garganta. Cuando estábamos comiendo, me llegó un mensaje de Ery, una amiga que días antes me había dicho que iba de viaje para Cancún con su vieja. Me dijo que estaba entrando a Mérida, que dónde estábamos. Y pues ya le contesté que en Progreso pero que si quería las íbamos a saludar por allá. Total que ellas querían venir a la playa, así que las esperamos.

Terminando de comer, nos fuimos a la farmacia y me compré unas pastillitas para la tos y el dolor de garganta. De ahí nos fuimos al cíber donde echamos un ojito a MOL, a ver los nuevos comentarios, nuestros correos y borrar las fotos viejas de la cámara.

Llegaron las amigas, así que nos lanzamos al malecón para saludarlas. Entre tanta gente no las veíamos, pero luego luego nuestro lenchdar se activó y las encontramos.

Saludamos a Ery y a Marce, nos sentamos a tomarnos algo con ellas y sonó el celular de Ro.

- ¡Mi mamá!

Mi novia salió corriendo como pedo. Le expliqué la situación a Ery y a Marce, mientras seguía con la mirada a Ro. Me preocupaba que su mamá no oyera el sonido del mar o voces yucatecas que delataran a Ro. Yo platicaba con las amigas pero sentía que no podía concentrarme. Finalmente llegó Ro.

- ¿Qué pasó?
- Nada, ya sabes, me preguntó cómo estaba, cómo me iba...
- ¿Pero todo bien?
- Sí, todo bien
- ¡¡Fiuuu!!

Ahora sí, la conversación fluyó entre bromas y anécdotas. Se sentía bien estar en confianza con otras lenchas, les pedí que nos tomaran unas fotos en las que se nos ve las ganas de besarnos a más no poder. Luego nos fuimos a comer mariscos y a seguirle a la platicada.

Ro y yo parecíamos lapas de tan pegadas que estábamos.

- Dame un besito...
- No, hay gente.
- Ándale, dame un besito

Me puse de lado y le señalé mi mejilla a Ro. Ella me dio un besito, luego otro, luego otro y otro... y me voltée. Nuestros labios se juntaron en un beso espontáneo. Cuando nos separamos, la cara de asombro de Ro, no tenía precio.

Cuando ya estábamos terminando de comer, el viento empezó a soplar fuerte y conforme pasaban los minutos se iba poniendo más fuerte, tan fuerte que empezó a tirar mesas y sillas por la playa.

Pedimos la cuenta, Ery y Marce se despidieron y nosotras nos fuimos al hotel a resguardarnos del norte... Sí, así se le dice al mal tiempo con vientos locos. Bueno, pues nos resguardamos bien rico y toda la cosa, descansamos y luego queríamos algo para cenar, así que fuimos a una tiendita a comprar pura chuchería para variar un poco nuestra alimentación.

Al día siguiente despertamos tristes porque era nuestro último día juntas a solas. Estuvimos abrazadas en la cama y luego le dije a Ro que fuéramos a la playa porque no quería que estuviéramos deprimidas.
Nos levantamos, deseando que el clima hubiera mejorado y fuimos a la playa. El mar estaba demasiado fuerte, así que sólo caminamos por la orilla y conversamos abrazadas. Ro tenía sus lentes de sol colgados de su short. En una de esas, una ola nos alcanzó y se llevó sus lentes. Traté de alcanzarlos, pero el mar se los tragó.
Después de caminar un rato más, nos fuimos a una tienda y yo bajé a comprar algo de comer. Cuando regresé al coche, Ro estaba hablando por el celular, me hizo una señal con la mano, así que la esperé afuera.
De nuevo los nervios, preguntándome si estaba hablando con su mamá, si mi suegra sospechaba algo, si estábamos en problemas, en fin. Por fin colgó:

-¿Qué pasó?
- Era mi tía, no te preocupes, quería ver como estaba.
- Uff, menos mal.

Fuimos al hotel, nos bañamos, nos arreglamos para estar decentes, empacamos todo y nos abrazamos. Después del check out, fuimos a una tienda para conseguir un regalito para mi mamá.
Después de dar vueltas y vueltas por la tienda, nos decidimos por unos tapetitos de bambú que combinan con la mesa del comedor de mi casa, para darle un toque nice a las comidas de mi mamá.
Finalmente, tomamos la carretera y nos dirigimos a mi casa. El camino se nos hizo larguísimo, estábamos nerviosas, calladas, hablando de vez en cuando, tomándonos la mano.

- ¿Y si preguntan cómo nos conocimos?
- Pues, ¿qué te parece si decimos que por amigas en común?
- Ok, me parece bien.

Llegamos, estacioné el coche a lado para que pudiéramos hablar antes de bajarnos del coche.

- No te preocupes mi amor, todo va a salir bien.
- ¿Y si no?
- Pues nos vamos a otro lado, no pasa nada. Yo te voy a cuidar.
- ¿Y si se acuerda que ya me conoce?
- Pues actuamos como si nada.

Respiramos profundo y nos bajamos. Había un coche afuera, así que me imaginé que había alguna visita. Cuando nos acercamos a la puerta, se abrió y salieron mi mamá y una tía mía que se lleva mucho con mi mamá.

- Hola, hola. ¿Cómo estás?
- Bien tía, mira esta es mi amiga Ro.
- Ahhh ROOO, qué tal, mucho gusto- su sospechoso tono me indicó que mi mamá ya le había hablado de ella.
- Mucho gusto señora.
- Ro está de visita- dijo mi mamá.
- ¿Y de dónde vienes?
- De Michoacán.
- Ahhh, es muy bonito, ahí pasé mi luna de miel... Bueno, nos vemos, mucho gusto.
- Adiós tía.

Saludamos a mi mamá, Ro le entregó su regalo y mi mamá lo primero que le preguntó fue:

- ¿Ro, cuántos años tienes?
- 22 señora.
- Ahhh, sí, yo sé que me veo más chica.
- Sí, eres traga-años.

Pasamos a la casa, conversamos un poquito de la playa y el clima y mi papá llamó por teléfono para que mi mamá la fuera a buscar. Así que nos quedamos un ratito solas conversando, echándonos ánimos, pensando que hasta ese momento todo había salido bien.
Llegó mi hermano más chico y nos saludó.

- Oye, ¿no sabes qué va a tener mamá? Me dijo que no tocara nada de la comida.-Me di cuenta de que mi mamá había preparado todo especialmente para nosotras.
- No, no sé, ahorita vamos a comer, sólo fue a buscar a papá.
- Ahhh, yo tengo que salir.

A pesar de lo que dijo, mi hermano estaba tan a gusto platicando con nosotras que no se iba.

Al ratito apareció Xena, yo sabía que seguramente no me pelaría porque la había dejado toda una semana, lo chistoso fue que se acercó y se le untó a Ro.

Llegaron mi papá y mi mamá, presenté a Ro y nos sentamos a comer. Traté de llevar siempre el rumbo de la conversación hacia temas seguros. Mi papá se picó con cosas de política como siempre, estaba encantado oyendo de los narcos, de los legionarios y de los sacerdotes que bendicen los sembradíos de mariguana.
Mi mamá le ofreció comida y bebida a Ro, se portó súper amable. De repente mi papá preguntó:

- ¿Y de dónde se conocieron?
- Ahhh, por amigas en común.
- ¿De la universidad?
- No, de las del D.F.-
- Ahhhh...
- Ella es amiga de una amiga, cuando nos conocimos hicimos muchas migas y terminamos siendo mejores amigas que nuestra amiga en común.
- Ahhh...

El resto de la conversación continuó sin sobresaltos, terminamos de comer, comimos el postre y nos despedimos con el pretexto de ver si un amigo de Ro estaba conectado porque él la iría a buscar al aeropuerto al día siguiente.

Subimos a mi cuarto y nos acostamos en mi hamaca, ya más tranquilas, conversando sobre la comida. Nos abrazamos, nos besamos y muy silenciosamente nos dimos un fajecito.
En lo que buscaba las sábanas para la cama, mi novia ya se había puesto a ordenar mi cuarto. Me reí de que no pudiera dejar de ordenar, así que traté de que sus manos estuvieran ocupadas en otra cosa.
En un chance, aproveché para dar de alta su teléfono para que ella pudiera llamarme y mandarme mensajes gratis.
Más tarde nos levantamos para salir, fuimos a un restaurante donde una amiga y su hija nos estábamos esperando. La pequeña había cumplido 3 años hacía poco, así que le entregamos el regalo que habíamos comprado en la juguetería días atrás.
La nena estaba fascinada con sus accesorios de princesa y Ro y yo jugábamos con ella y conversábamos con mi amiga. Al rato llegó otra amiga y pedimos algo de comer. La pasamos súper bien con ellas. Cuando nos fuimos todavía no era tarde pero nosotras ya teníamos sueño.

Antes de llegar a la casa, me estacioné en una calle y crucé con Ro para que conociera el Monumento a la Patria. Lo recorrimos, nos tomamos fotos y nos divertimos haciendo payasadas con las esculturas.

Llegamos cansadas a domir, un rato en la cama -yo no me acomodaba-, un rato en la hamaca -Ro no se acomodaba-. Como a eso de las 3:00 de la mañana, las dos nos despertamos y por supuesto, no podíamos domir de nuevo porque sabíamos que eran nuestras últimas horas juntas.
Ro me pidió que nos desnudáramos por última vez, así que nos quitamos la ropa y nos abrazamos. Hicimos el amor por última vez, llenando mi cuarto de recuerdos que se quedarían conmigo.

A las 5 nos levantamos y nos arreglamos. Nos subimos al coche para ir al aeropuerto, oímos música y nos miramos con ojos tristes todo el camino.

- ¿Qué canción es esa?
- Es una de los Satin Dolls.
- Me gusta...

Llegamos temprano, nos estacionamos y nos besamos despacio antes de bajar del coche. Entramos al aeropuerto y registramos su equipaje.

Le pregunté por el boleto del estacionamiento que le di cuando nos estacionamos y no lo encontrábamos. Volvimos al coche y estaba en su asiento, nos reímos porque siempre le doy los boletos para que me los guarde y ella siempre olvida dónde los dejó.
Le pedí que nos quedáramos en el coche, afuera había frío y gente, además todavía teníamos tiempo. Inclinamos los asientos y nos abrazamos, nos quedamos juntas besándonos, atesorando los últimos minutos juntas, con unas ganas de llorar... Estábamos tristes porque ya no estaríamos juntas, pero luego recordábamos los últimos días y nos reíamos y estábamos contentas.
Llegó la hora de abordar, así que salimos del coche y entramos al aeropuerto. Subimos despacio las escaleras, hasta que llegamos a su sala de abordaje. Nos abrazamos, esperando a que pasaran todos los demás pasajeros, para aprovechar hasta el último segundo juntas.
Ya habían pasado todos, nos abrazamos muy fuerte, yo no quería soltarla, no quería que se fuera. Le dije al oído que la amaba y nos dijimos adiós, prometiéndonos las dos que nos cuidaríamos mucho, que estaríamos bien, que pronto estaríamos juntas, esta vez para no separarnos más.
Tuve que soltarla, tuve que dejarla ir. Ella se alejaba caminando de espaldas para seguir despidiéndose de mí, yo alzaba el cuello y me movía cuando la gente se interponía entre nosotras. Su silueta se perdió en la distancia, mezclándose con los demás pasajeros. Mi celular empezó a sonar, era Ro llorando, diciéndome que ya me extrañaba. Traté de esconder mis lágrimas mientras caminaba entre la gente y hablaba con ella.
Cuando salí del aeropuerto, estaba amaneciendo. Miré al cielo y vi el sol asomándose entre las nubes grises. Me subí al coche y saqué la carátula del stereo para poner esa canción que no dejaba de sonar en mi cabeza. Cuando traté de poner el stereo, me di cuenta de que no sabía cómo y me puse a llorar porque Ro ponía el stereo cada vez que nos subíamos al coche.
Puse play y arranqué el coche. Pagué el estacionamiento con el boleto que Ro había perdido media hora antes. Adelanté el disco hasta encontrar la canción, mientras manejaba y el viento se llevaba mis lágrimas.
Vuelve, me ahogo en tu silencio, deja que suene en ti mi voz... Sólo te estoy buscando, sólo te estoy soñando... algo murió, algo murió... en mí.

10 comentarios:

  1. Subimos a mi cuarto y nos acostamos en mi hamaca, ya más tranquilas, conversando sobre la comida. Nos abrazamos, nos besamos y muy silenciosamente nos dimos un fajecito.

    esooo es todooooo ehhh!!!

    perra..no te agobies...ya lo volveràn a vivir..es más para la otra graben sus momentos sexosos y los ves una y otra vez!

    sabes q t equiero verdad y me gusta saberte y saberlas feliz!

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  2. eso es amor no tarugadas... vamos mujeres leer su historia es como leer una de esas novelas entregadas en partes que lo unico que hacen es aumentar el deseo... de seguir leyendo.... ánimo el tiempo pasa.. rápido o lento pero pasa... y mas pronto de lo que creen estaran juntas otra vez...

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  3. ya estarán juntas de nuevo mejor concentrate en eso jeje, muy linda su historia jejeje

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  4. aaai k lindo!!

    se ve k disfrutaron
    su nkuentro n todo momento
    tienen una relazion mui chida

    trankila asi komo dices pronto
    no tendras k ir a despedirla!!

    ei esa kanzion es la onda...
    kuando staba terminando de
    leer mi winamp empezo a reproducirla!!

    ei k stes bn
    muakz muakz!!

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  5. Anónimo4:11 p.m.

    :), wow, eres la onda, pero debo confesar que mi idolo aqui, es como un amor platónico, es la Lencha:)...ella es tan divertida.

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  6. eeey! be happy! *^_^* ull be together soon, by the way! que entry tan cursi y linda! jeje
    saludos desde queretarilandia

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  7. Anónimo7:26 p.m.

    bueníchimo!!!
    me lo imaginé todito todito
    detalle a detalle...
    eres buena narrando mi Chumis..
    me encanta que la gente sea felíz chingao!!!
    besotes

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  8. LOVE!
    LOVE!
    LOVE!

    Chumina y Ro!
    Su amor es bellisimo!
    No saben como disfruto cada vez ke leo su historia!
    Qué siga su amor!!!

    Las kiero mucho y pronto estarán juntas para no separarse ni dejarse ir la una a la otra!

    Saludos!

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  9. Anónimo12:01 p.m.

    La verdad ke me la pse poka madre.... Pero lo mejor de este viaje, aparte de klaro haber kompartido todo kon mi chumina , fue lo bello que fue este enkuentro con mi suegra, KON MUCHO NERVIO VERDAD, pero , el sentir la aceptacion , o el menos el tratar de asimilarlo, y el haber sido taaaaaaaaaaaan amable y linda konmigo NO TIENE NOMBRE... asi ke ,mis bendiciones pa mi suegris y como me dijo mi mejor amiga.. ALGO NOS TENIA KE SALIR BIEN JAJAJA

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  10. Anónimo10:06 p.m.

    que tierno...
    hace pocos dias leo el blog...
    me rei mucho con algunos comentarios pero tu historia sin lugar a dudas me recuerda cuando viene mi niña a verme y llega el dia final cuando se tiene que ir y la pena entra en las dos...
    pero siempre vuelve y eso es lo mejor...
    Saludos chumina...desde chile! =)
    y seguire leyendo esto que esta de lujo!

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