viernes, enero 05, 2007

La Caperulenchita Roja

En un pueblo lejano, por el Estado de Yucatán, México, a orillas de un cenote sagrado, vivía una niña muy bonita y pechugona. Su madre le había hecho una capa roja y la usaba todo el tiempo, así que la gente la comenzó a llamar Caperucita Roja.

Un día, su madre le pidió un favor, le pidió que le llevara algo a su abuelita...
- Mare, quieres que otra vez le lleve panuchos y papadzules a mi abuelita? (favor de leer con entonación yucateca)

- No hijita, ahora le llevaras pilas para sus vibradores y unos lubricantes, los ha estado usado mucho últimamente y su peje-pensión ya no le alcanza para tanta pila.

La abuelita vivía al otro lado del cenote sagrado, así que la mamá de Caperucita le recomendó que no se entretuviese por el camino, pues el camino era muy peligroso, ya que siempre andaba acechando por allí el lobo cogeroz, si, cogeroz, por que era cogelón y feroz !!.

Caperucita Roja recogió la cesta con las pilas y los lubricantes y se puso en camino. La pequeña niña tenía que rodear el cenote para llegar a casa de la Abuelita, pero no le daba miedo porque allí siempre se encontraba con muchos amigos: los pájaros, las ardillas… aunque de repente la asustaba la plaga de langostas que hace días azotaba esas lejanas tierras...

De repente vio al lobo cogeroz, que era enorme, delante de ella.

- ¿A dónde vas, niña?- le preguntó el lobo con su voz ronca.

- A casa de mi Abuelita- le dijo Caperucita.

- No está lejos- pensó el lobo y se fue para llegar antes que ella.

Caperucita puso su cesta en la hierba y se entretuvo cogiendo… flores: - El lobo se ha ido -pensó-, no tengo nada que temer. La abuela se pondrá muy contenta cuando le lleve un hermoso ramo de flores además de las pilas y los lubricantes.

Mientras tanto, el lobo se fue a casa de la Abuelita, llamó a la puerta y la abuelita abrió…

- Ahora si, abuelita ya se hizo el business, ya viene tu nieta, y como quedamos, te doy calor 3 veces por semana si me dejas echarme a la Pechugoncita Roja, digo, a la Caperucita Roja.

- iuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu !! – dijo la abuelita – de todos modos, tarde o temprano le van a dar cariño a mi tierna Caperucita.

Un Leñador observaba a la distancia y como se le hizo sospechosa la actitud del lobo, se fue acercando, y pudo escuchar la platica entre el lobo y la viejecita, así que se quedó a la expectativa, y pudo ver como la dulce niña se acercaba.

La abuela se escondió en el closet (en el closet de verdad, no es en sentido figurado, no era lencha), el lobo se metió en la cama, se puso el gorro rosa de la abuela y cerró los ojos. No tuvo que esperar mucho, pues Caperucita Roja llegó enseguida, toda contenta.

La niña se acercó a la cama y vio que su abuela estaba muy cambiada.

- Abuelita, abuelita, ¡qué ojos más grandes tienes!

Y antes de que el lobo cogeroz pudiera responder hizo su aparición el Leñador que con ojos lujuriosos dijo:

- Aquí el único que le va a dar cariño a esta niña, soy yoooo !!, y que saca tremendo leño de 10 pulgadas (es verdad !! la Lencha lo puede atestiguar ya lo vio de cerca, no es por dárselos a desear a las bicicletas, heteroflexibles, bicuriosas, gays, bugas, etc. que nos visitan)

Caperucita espantada, huyó, corrió y corrió, dije corrió, no se corrió, realmente estaba asustada; corrió tanto que llegó hasta un pueblo lejanísimo en los “Alpes Michoacanos”, se detuvo a la orilla de una laguna y ahí vio, bañándose a una linda jovencita, de la que después supo se llamaba ROmualda del ROcío, a nuestra querida protagonista se le caía la baba, sus ojos estaban inyectados de deseo, una ola de lujuria llegó desde su cerebro hasta su clit, pasando por su corazón, RO RO se dio cuenta que era observada, y le preguntó:

- Cómo te llamas?

- Caperulenchita Roja, siii, soy Caperulenchita Roja (en ese momento supo que era relencha, su mente, sus ojos, su corazón y …sus chones húmedos se lo decían), sentía que ya no era la misma, que algo había cambiado en ella, y si, tenía razón, porque:

- Caperulenchita que te pasa? ¡qué ojos más grandes tienes!

- Son para verte mejor !

- Caperulenchita, ¡qué manos tan grandes tienes !

- Son para manosearte mejor – le decía Caperulenchita lascivamente.

- Caperulenchita, Caperulenchita, ¡qué lengua más grande tienes!

- Es para...¡comerte mejoooor!- y diciendo esto, la Caperulenchita se abalanzó sobre RO, y se la comió… varias veces, en distintas posiciones, en medio del bosque, a orillas de la laguna, etc., etc.

Mientras tanto, la mamá de Caperulenchita fue con la Abuelita, quien le tuvo que explicar lo sucedido, después del coraje de la pobre madre, siguieron el rastro de Caperulenchita y dieron con ella, nuestra jariosa y caliente protagonista no tuvo más remedio que salir del closet con su mami quien con cariño y un fuerte abrazo le dijo que así la quería y que todo estaría bien.

En cuanto a la historia de amor de Caperulenchita Roja y ROmualda del ROcío, ha pasado el tiempo, y todavía le siguen poniendo con singular alegría.

FIN

7 comentarios:

  1. Jajajjajajjajajaja pinche Lesbicienta tenías que ser!

    Oye qué asustada debía estar para correr hasta los Alpes Michoacanos ehh.

    Por otro lado, Caperulenchita parece una fusión de personajes: tiene mi pechuga y mi amor por Ro pero además tiene toda la guarrez de la Lencha... Ahora me explico porqué nos andan confundiendo.

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  2. Anónimo11:47 a.m.

    Jajajajajajajajaja..que buena esta la Lencha version de Caperucita Roja...Felicidades Lesbicienta, definitivamente eso de las adaptaciones les queda genial!!!..

    Un abrazo a las 3 ingeniosas lenchas autoras de este excelente blog.

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  3. jajaja
    jamás había pensado en caperucita roja como una dependienta de sex shops.

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  4. jajajajajaja aaahhhhhhhhhhh que pinche abuelita regenteadora pues!!!
    Lesbi un 10!!!!!
    ERES UN HIT!!!
    jajajajajajaja

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  5. Anónimo7:42 p.m.

    Caperulenchita Roja serías tan amable de dibujarme un mapa del senote sagrado para ir de paseo con mi novia y darle un remojon en ese senote....... si??????? Y de paso llevar a algunas amigas a lo mejor se le hace el milagro y en lugar de corpiños ya usan hasta con varilla para el soporte.. Se agradecerá el mapa..

    SG

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  6. Anónimo12:46 a.m.

    jajajajajajajaja! ke onda con la lencha, cada dia esta pior.
    Excelente historia como siempre lesbicienta.

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  7. Anónimo1:05 p.m.

    Traiganme al Leñador...
    :D aqui me lo apaciguo .. xD

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