Por fin salí del clóset

No estaba entre mis planes salir del clóset, pero sucedió. Dicen por ahí que uno nunca termina de salir del clóset porque hay infinidad de personas con las que uno podría abrirse. Para mí la importante era mi mamá. Esta es la historia de como me abrí con ella:

Ro y yo nos adoramos, pero como toda pareja a veces tenemos problemas. Este sábado pasado tuvimos una plática muy dura para mí porque mi novia me pidió un break indefinido en lo que meditaba y pensaba qué era lo que quería.

Yo estaba paralizada de dolor, incapaz de pensar coherentemente, triste y pensando en cómo sería mi vida sin ella. Ro dijo que iba a llamarme el 24 para felicitarme y después de eso pasaría un tiempo sin saber de ella.

Me dormí llorando y al día siguiente me levanté para ir a ver a una amiga que vino a pasar sus vacaciones aquí pero estudia fuera. Ya estaba lista para irme, sólo me faltaban mis llaves. Empecé a buscarlas pero no las encontraba. Recordé que las había dejado en un pantalón y busqué por todas partes hasta que lo encontré remojado.

Bajé con mis llaves mojadas, buscando a mi mamá para reclamarle y no la encontré. Le dije a mi papá y uno de mis hermanos me mandó callar y lo mandé muy a la chingada. Me salí furiosa pero con la intención de calmarme en el camino. Sé que es una tontería y la mayoría del tiempo soy tranquila, pero la verdad es que me sentía muy mal.

Al parecer mi mamá llegó casi enseguida a la casa y mi papá le contó lo que pasó, así que me llamó al celular y la verdad hice un berrinche fenomenal. Si asusté a los vecinos de 3 cuadras alrededor no me extrañaría. Mi mamá me pidió disculpas y me pidió que me calmara y yo me puse a llorar. Me preguntó dónde estaba y yo no quería decirle porque no paraba de llorar. Finalmente le dije y me fue a buscar en el coche.

Me dijo que me daría una vuelta para que yo me calmara y nos fuimos. Yo seguía agitada pero tratando de calmarme y mi mamá me pedía disculpas, yo le decía que no se preocupara, que se me había cruzado, que estaba bien.

Se paró en una tienda para comprar pan para el desayuno y mientras la esperaba empecé a llorar otra vez. Me preguntó si quería ir a la casa a desayunar o seguir paseando. Le dije que tenía que ir a casa de una amiga, así que se dirigió para allá. Yo seguía llorando, mi mamá paró el coche y me dijo:

- ¿Qué tienes? A ti te pasa algo más...- llanto mocoso de mi parte.
- Mamá, ¿me vas a querer siempre?
- Sí, siempre te voy a querer- más llanto exacerbado.
- ¿Aunque no me case?
- Sí, aunque no te cases- llanto incontenible.
- ¿Aunque no me gusten los hombres?
- Aunque no te gusten los hombres... ¿pero qué te gusta entonces?
- Pues las mujeres mamá...
- Sí, yo te voy a querer siempre- llanto horripilante de mi parte.
- Gracias mamá...
- Yo te quiero mucho, siempre vas a poder contar conmigo y estoy muy orgullosa de ti, lo que quiero es que estés tranquila y en paz.
- Yo estaba tranquila mamá, estoy bien.
- ¿Entonces por qué estás molesta?
- No estoy molesta, estoy triste.
- ¿Y por qué estás triste?
- Pues porque me pidieron un break- llanto mocosísimo.
- Pues dáselo, ya encontrarás a una amiga que te quiera, tú eres buena, eres cariñosa, ya encontrarás a alguien.
- Pero mamá, ella es la buena.
- ¿Quién es?
- Es la de los viajes.
- Ahh, ¿con la que te la pasas hablando por teléfono?
- Sí...

Después de llorar otro rato, volvió a encender el coche, platicamos algunas cosas más y me llevó a casa de mi amiga. La sentía seria y le pregunté qué pensaba:

- Es que no es algo que yo pueda cambiar, simplemente es así.
- Sí, no era algo que yo quería mamá, si por mí hubiera sido, hubiera sido diferente, pero una no puede cambiar lo que siente.

Me preguntó si tenía resentimientos hacia ella y hacia mi papá y le dije que no, que siempre había sido ella misma y que había llevado las cosas como mejor pudo y que yo sabía que mi papá me quería a su manera.

Total que nos despedimos y pasé el día con un par de amigos. En la noche regresé a mi casa para arreglarme para la fiesta de Noche buena. Cuando terminé de bañarme sonó el celular y era Ro. Me dijo que me extrañaba, que ya quería oír mi voz, yo también le dije que me hacía falta. Y luego le dije:

- Tengo que contarte algo, pero quiero que te sientes.
- Ok, estoy sentada.
- Salí del clóset con mi mamá.
- ¿Queeeeeeeeee?

Ro estaba que no se la creía, quería que se lo contara todo y fui dándole los detalles.

- Y mi mamá me dijo: "ya encontrarás a otra amiga que te quiera"
- Nooooooo, no, no. No necesitas a otra amiga que te quiera.
- ¿Estás segura?
- Sí, yo no soportaría imaginarte con otra vieja.
- Pero nena ¿y el break?
- No quiero break, yo quiero estar contigo.
- Pero ¿pensaste en lo que tenías que pensar?
- No, no mucho pero no quiero mi vida sin ti, prefiero enfrentar las cosas teniéndote a mi lado.
- Nena, yo quiero que estés bien, ¿estás segura? No quiero que después te sientas mal.
- Sí, estoy segura, me hacía falta sentir que te necesitaba y la verdad es que no aguanté, todo el día estuve pensando en ti.

Platicamos un rato más, nos felicitamos por Navidad, me mandó a felicitar a su suegra y se puso nerviosa, estaba que no se la creía. Me dijo que estaba muy orgullosa de mí y que le daba mucho gusto que mi mamá lo hubiera tomado tan bien.

- Ya ves nena, por algo pasan las cosas.
- Sí mi amor.
- ¿Quién iba a decir que este break iba a traer tantas cosas buenas?
- Jamás lo imaginé.
- Yo creo que nunca vas a olvidar esta Navidad.
- Tienes razón, nunca la voy a olvidar...

Un agradecimiento a la Lencha y a Gaby por apoyarme y echarme porras en este trance de mi vida, a Chai por venirme animando desde hace tiempo, a mi novia por supuesto y a mi mamá por ser chévere.