Segundo aire crítico

No obstante con ser algo relativamente prohibido de pensamiento, de acción resulta ser una mezcla de adrenalina con la sensación de que está prohibido.

Prohibido por qué? porque aunque no hay reglas escritas y la gente dice que para el amor no hay edad, mucho menos para las aventuras. Pues uno tiene ciertos parámetros, ciertos prejuicios y el hecho de pensar en alguien menor, me provoca ese sentir de no se puede pero hay que probar. Y francamente es emocionante.

Mi segundo aire, debo compartir, es simplemente maravilloso y peligroso a la vez, entre otras cosas es una prueba a superar. 

Una vez que les escribí el post anterior, sucedieron varias cosas entre ellas que a mi vida llegaron dos personitas, las dos son sorpresa, una de mi edad la otra puede ser mi hija (considerando que casi le doblo la edad). La de mi edad, será tema de otro post y la puberta, la puberta es mi segundo aire...actúa conforme a su edad y la más pequeña fue la que me ganó, me ganó en el brinco de sorprenderme y eso me hacía falta.

Me sorprendió pidiendo mi teléfono el cual se lo di por la relación profesional que tenemos pues , me sorprendió con mensajes personales y con muchas cosas que en una semana sacaron de su balance a esta lencha que realmente se sorprendió, de los mensajes pasamos al poner las cosas en su sitio, ¿qué onda con ella?¿qué onda conmigo?, pensé que quedaría ahí, cuando el asunto siguió y siguió hasta que de la relación profesional pasamos a la personal de ir por ella, de verla a escondidas, de verla de tarde y luego de noche.

Verla a escondidas fue verla a escondidas realmente, fue esperarla en una esquina por miedo a que nos vieran (por la relación profesional que hay) y fue llevarla a una calle oscura, en donde nos pusimos a dialogar, no podíamos ir a ningún lado donde no la conocieran o me conocieran a mi, esa sensación de estar haciendo algo prohibido me volvió a la vida de repente y a la vez me deprimía pensar que a estas alturas de mi vida podría volverme a enclosetar para poder ver a alguien, noooo, eso es imposible.

Hasta ahí no había pasado nada, hasta ahí solo nos habíamos limitado a hablar y a escuchar música...pero un día, una noche que ni ella ni yo queríamos irnos ni podíamos ir a ningún otro lado que no fuera mi auto y fuera de la ciudad. Ella simplemente se recargó en mi hombro y a mí casi me da el infarto, tal acelere de mi corazón a estas alturas de mi vida, cuando creí que ya nada me sorprendería, casi me mata en ese instante. ¿y saben qué fue lo que hice?...voltear y darle un beso en la frente. (sí, me vi muy maléfica en el beso a la bella durmiente, pero me vale)

Mi tensión era brutal, mi ritmo cardiaco muy acelerado no porque nunca lo hubiera sentido, si no que eso no debería estar pasando, yo queriendo besarla, ella recargada en mi y lo único que se me ocurre es besarle la frente cuando realmente quería besarla en la boca y no tuve el valor.

No me mal interpreten, no estoy enamorada de ella, estoy enamorada de la adrenalina que me provoca esa sensación de estar haciendo algo prohibido, ella no debería estar ahí, yo no debí estar ahí y sin embargo, estábamos. 

Le pedí al destino me sorprendiera pero no que casi me diera un infarto....

Quizá piensen que exagero pero cuando mi patrón ha sido buscar y enamorarme de gente mayor, de repente pensar en una niña..me aterra.

¿corro peligro? tal vez, por la relación profesional.... por la diferencia de edad, porque dentro de todo no es libre y porque en el fondo, no me quiero involucrar en una película de terror, ella no es lo que yo pedía, ella no es lo que pedí, ella no es....y sin embargo está ahí.

Moraleja:

Nunca diga de esa agua no beberé....

Y sin embargo, bebí.