El drama del enamoramiento de las lenchas

Veamos Itsy Guadalupe: te gustan las mujeres. Ya establecimos ese punto. ¿Pero cómo comenzó todo esto? Claro, con una mujer. Todo empezó cuando te diste cuenta de que te gustaba Laura Eli.

Probablemente es porque están en el mismo salón, porque toman catecismo juntas o porque las dos van a clase de guitarra flamenca. No importa el cómo, la cosa es que un buen día, Laura Eli cruzó el umbral del salón y fue como si todo se iluminara a su alrededor. Tu respiración se detuvo con su sonrisa y empezaste a tartamudear porque tenías ante ti al ser más hermoso y más gentil de la creación.

Itsy, sabemos que eres medio rarita, tú misma estás consciente de que no congenias con cualquiera y que cuentas a tus amigos con los dedos de las manos. Pero Laura Eli, oh bella Laura Eli, es diferente. Hicieron un click instantáneo, comenzaron a platicar naturalmente, ella te escuchó y batió las pestañas con una sonrisa confidente. Eso fue suficiente para que sintieras que se conocen de toda la vida. Desde entonces tu corazón le pertenece.

Laura Eli, bella e ingenua, te abraza con entusiasmo, intercambia cartitas contigo y tiene pequeños detalles cariñosos. Tú sabes cuáles: los atesoras y los rememoras para no olvidarlos. A veces ella te dice que Saúl León se le hace guapo. Tú volteas a ver y sólo ves a un mamarracho sucio y peludo con actitud arrogante. Pero le dices que sí, es guapo, pero no es tu tipo.

Tú claramente babeas por Laura Eli y eres más lencha que un kilo de tortillas. Pero, oh gran pregunta de la vida, ¿cómo saber si le gustas a Laura Eli? Peor aún, ¿Laura Eli será de la onda gay? ¿Cómo responder a estas dos preguntas sin perder la amistad y el cariño de Laura Eli?

Como googleas en 30 mil sitios y te das cuenta de que no hay una guía paso a paso de detección de lesbianas enamoradas de ti, empiezas a crear tu propio sistema de evaluación, anotando mentalmente todas las cosas que te hacen pensar que sí quiere contigo y todo aquello que te hace pensar que nada que ver.

Tal vez vas a pasar meses o años torturándote. Tal vez hasta Laura Eli le guste jugar a besarte para asustar bugas, pero cuando te le insinúas, reacciona como si estuvieras bromeando.

Como yo lo veo, este drama se puede resolver de distintas formas:

1) No le dices nunca y te olvidas de ella.

Prefieres tenerla como amiga, así que suspiras cada vez que la vez en traje de baño. En tu mente ya están casadas y ya adoptaron bebés chinos, pero en la vida real estás sola. Cuando pasen los años, recordarás a Laura Eli como el amor platónico que no pudo ser, hasta que un día la veas cargada de chiquitos, sin esa luz en su mirada, contándote sobre la vez que Laurita Jr. ahogó al gato.

2) Sales del clóset con ella para ver cómo reacciona.

Habiendo dos posibles reacciones:

a) Laura Eli friquea.

Trauma mal plan, no te quiere tratar mal, pero te ve rarito y te aconseja que vayas al psicólogo. Dice que no te va a evitar, pero se pone súper paranoica. Deja las clases de guitarra flamenca y empieza a salir con Saúl León, destrozándote el corazón.

b) Laura Eli te acepta.

Te dice: "¿Ah eso? Equis, tengo una tía-prima-vecina que es lesbiana. No tiene nada de malo". Tú te llenas de alivio y emoción y después de un tiempo, le sueltas una preguntita insinuadora para tantear si alguna vez le han gustado las mujeres. Laura Eli puede responder de dos maneras:

I) Se ríe y te dice que nada que ver, que si por ella fuera comería ensalada de pepino todos los días.

II) Te dice que ya estabas tardando en darte cuenta. Oh my god, tensión sexual, tienes un chance con Laura Eli. Si no sucede algo pronto entre ustedes, te va a exiliar al rol de amiga y de ahí no hay quien te saque.

3) Te emborrachas y le das un beso.

Porque si ella reacciona mal, siempre le puedes echar la culpa al alcohol y fingir amnesia al día siguiente. Pero si ella reacciona bien y se dan un faje mal plan, hay de dos: o ya tienes novia o al día siguiente Laura Eli fingirá amnesia y te dirá que ella siempre ha querido casarse y tener hijos.

4) Le declaras tu amor directo y al punto.

Te dice que sí o te dice que no y lo toma bien o lo toma mal. Es una decisión extrema, pero al menos te dejas de cosas y obtienes alivio inmediato. Ya sabes qué pasa, ya puedes dejar de hacerte chaquetas mentales y seguir con tu vida. Si todo sale bien: felicidades, ya tienes novia.

5) Laura Eli te sorprende.

Un día llega y después de platicar y mirarse con ojitos de Bambi, Laura Eli te dice que tiene que decirte algo, que espera no lo tomes mal, pero que ella necesita sacar de su ronco pecho lo que siente por ti. Y resulta que Laura Eli quedó cautivada con tu look rarito, tu tartamudeo geek y tu mirada de cachorrito, desde el día en el que se conocieron. Tu corazón brinca de emoción y no puedes esperar para darle un beso y decirle que has deseado esto desde siempre. Felicidades, ya es tu novia. Y no importa cuánto dure, el primer amor nunca se olvida.

Epílogo o algo así

Enamorarse la primera vez es un drama, nunca sabes cómo van a resultar las cosas. Hay lenchas que son aventadas y que luego se vuelven expertas en desbugar a sus amigas heterosexuales. Hay lenchas que se siguen complicando y amando platónicamente. Y hay lenchas que optan por dejar de complicarse, implementando una política de cero bugas y tratando de conocer a otras lenchas.

¿Mi recomendación? La vida es demasiado corta.

En la próxima entrega, el drama de las relaciones lenchas.